La agricultura convencional utiliza grandes cantidades de fertilizantes sintéticos para cultivar. En este artículo se explica por qué los fertilizantes sintéticos no están permitidos en la agricultura orgánica y los métodos alternativos como los fertilizantes ecologicos son utilizados por los agricultores orgánicos para mejorar la fertilidad del suelo.
Un círculo vicioso de dependencia de los productos químicos
Los métodos de agricultura químicamente intensivos pueden producir beneficios a corto plazo para los agricultores, pero dan como resultado la degradación del suelo con el tiempo. Esto aumenta la susceptibilidad de las plantas a las plagas y enfermedades y significa que, a largo plazo, los agricultores entran en un círculo vicioso en el que tienen que usar más y más fertilizantes y el suelo se degrada hasta que ya no es apto para uso agrícola.
Cada minuto la humanidad destruye el equivalente a 30 campos de fútbol de suelo fértil, en su mayoría debido a la agricultura irresponsable. Como resultado, estamos perdiendo 10 millones de hectáreas de tierras de cultivo cada año.
Además, se necesita mucha energía para producir fertilizantes sintéticos. Esta energía se deriva de la quema de combustibles fósiles, lo que a su vez amenaza los sistemas agrícolas al empeorar el cambio climático.
Contaminación de nuestros lagos, embalses y océanos
Pero los fertilizantes sintéticos no solo tienen un impacto negativo en los agricultores y el suelo. Los océanos del mundo están sufriendo un aumento de las zonas muertas, áreas de bajos niveles de oxígeno, que causan que la vida acuática se asfixie y muera. Ahora hay más de 245.000 kilómetros cuadrados de zonas muertas en nuestros océanos. Este también es un problema importante en los lagos y depósitos de agua, y el principal culpable es la escorrentía de fertilizantes químicos.
Las zonas muertas son el resultado de la eutrofización, que ocurre cuando una masa de agua recibe demasiados nutrientes, fósforo o nitrógeno. Una sobredosis de nutrientes conduce a un crecimiento excesivo de plantas acuáticas y algas. Cuando mueren, se hunden hasta el fondo y consumen oxígeno a medida que se descomponen. Este proceso está agotando los niveles de oxígeno y causando la muerte de peces y otras formas de vida acuática.
Una de las principales causas de la eutrofización es la escorrentía de fertilizantes químicos de los campos agrícolas. Hemos visto un aumento dramático en la cantidad de fertilizantes aplicados, cuyo excedente es arrastrado por la lluvia hacia las vías fluviales y los océanos. De hecho, la cantidad y el tamaño de las zonas muertas se han duplicado cada década desde la década de 1960, principalmente debido a la contaminación agrícola.
Eliminar los fertilizantes químicos de la agricultura podría contribuir significativamente a la reactivación de las zonas muertas. Un buen ejemplo de lo cual es la zona muerta del Mar Negro. Una vez que fue el más grande del mundo, desapareció más o menos entre 1991 y 2001 cuando los agricultores dejaron de usar fertilizantes porque se volvieron demasiado caros.
Alternativas orgánicas a los fertilizantes químicos
En la agricultura orgánica, la productividad y la resiliencia dependen en gran medida de la calidad del suelo. El agricultor orgánico considera el suelo como un organismo vivo. Los métodos tradicionales de fertilización, como el reciclaje de biomasa (compostaje) y la siembra de leguminosas (guisantes, frijoles y otras plantas), han resistido la prueba del tiempo durante siglos. Estos métodos orgánicos suministran nutrientes a las plantas de manera constante y nutren el suelo al mismo tiempo, lo que mantiene la resiliencia de los sistemas agrícolas.
Los agricultores orgánicos aumentan la materia orgánica en el suelo mediante el uso de cultivos de cobertura, compost y enmiendas biológicas para el suelo, produciendo plantas sanas resistentes a enfermedades e insectos. Los niveles más altos de materia orgánica en el suelo contribuyen a una buena estructura del suelo y capacidad de retención de agua. Esto reduce sustancialmente la cantidad de agua necesaria para el riego.
La agricultura orgánica enfatiza la buena nutrición de las plantas, que es clave para la prevención de enfermedades de las plantas. Los agricultores orgánicos utilizan cultivos de cobertura y rotaciones de cultivos sofisticadas para mejorar las relaciones ecológicas en el campo.
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